jueves, 5 de junio de 2008

Valores en el Modelo Educativo

Preámbulo

Me tensiona la posibilidad de que se esté abordando este tema desde una metáfora de diseño mecánico o de compra de supermercado: uno pondría y sacaría "valores" del carro o del diseño como si fueran objetos materiales de existencia anterior. Debemos comprender que lo que llamamos "valores" son patrones de conducta que emergen dinámicamente en medio de una convivencia, de los que tenemos poca o ninguna conciencia durante la acción, y que son perceptibles para un observador externo que busca interpretar el sentido de actuar de un modo específico. El observador llama valores a esas construcciones de sentido que hace. Pero para nosotros mismos, eso tiene poca importancia. No pensamos en los valores para actuar de tal o cual manera. Actuamos de maneras específicas como expresión del acoplamiento con el ecosistema material, y de la construcción cultural con que reformulamos una y otra vez el sentido de la experiencia.No es algo que podamos manipular arbitrariamente.

Así, si impera una convivencia agresiva, los valores relevantes serán la reciedumbre, la disciplina, la fiereza, la destreza en la lucha, la firmeza, etc.etc. pero no la apertura, la sensibilidad o la originalidad. Lo importante es resistir o vencer. Si la convivencia gira en torno a las obras y realizaciones, valores importantes serán la originalidad, el arrojo, la persistencia, la acción en equipo, la autoexigencia, etc., es decir, la mente flexible y la capacidad de colaborar.

Si nuestra convivencia gira en torno a la idea de que existe una realidad objetiva, andaremos todos obligándonos unos a otros a aceptar la visión particular de cada uno, y negándole crédito a las otras, calificándolas de falsas, tendenciosas, distorsionadas, etc. El ambiente será de tensiones y los valores serán, NOS GUSTE O NO, la tolerancia, la prudencia, el respeto por el otro (que en la práctica se traduce en evitar enfrentar las diferencias de fondo que sí existen), y otros más cuyo denominador común es compensar el conflicto de fondo. La originalidad, la irreverencia, la búsqueda de lo nuevo, la innovación tienen poco espacio en ese ambiente, no importa cuanto hablemos de ello o cuantas declaraciones altisonantes hagamos.

Creo poco en las declaraciones de principios. Y menos en "diseños" de valores. Creo que lo que se puede "diseñar" es la convivencia, entendiendo por ello las prácticas que definen la relación entre las personas, que determinan la dinámica social y los valores que de allí emergen. Esto supone un delicado proceso de adaptación de la sensibilidad y el intelecto para actuar de ciertas maneras específicas. Del tipo de diseño que se haga, surgirán valores congruentes, en la medida en que esa convivencia tiene alguna sustentabilidad.

Referencia: Saint-Exúpery, Antoine de. Ciudadela. Alba, 2000.

¿Qué es lo que hay?
Lo que ya señalé en mi anterior misiva
- Amor por las máquinas reales y conceptuales. Muchos de nosotros estamos en esto por cuidar con responsabilidad, respeto y conocimiento las máquinas de todo tipo que multiplican las capacidades humanas. Lo hacemos sin sacar cuentas, si dejáramos de hacerlo tendríamos una insoportable sensación de desvalorización, de indignidad. Esos productos, sistemas o procesos dependen de nuestro cuidado para sobrevivir, prosperar y ser mejores cada vez. Damos vida a esas máquinas como parte integral de los ecosistemas humanos. Los sansanos no son cálidos en el sentido usual, pero sí lo son respecto de sus equipos, sistemas y procesos.

- Capacidad de compromiso con el trabajo, en magnitud y calidad. Los sansanos son reconocidamente aperrados para trabajar, los más aperrados del sistema universitario según he visto en encuestas. Y además necesitamos sentir que las cosas están bien hechas. Podemos pelearnos con dureza y arriesgar relaciones humanas en medio de organizaciones si no se respeta el principio básico de hacer las cosas bien, con calidad, no importa cuanto esfuerzo demande. El sentido de servicio se canaliza a través del rigor y la calidad.

- Respeto por la medición, por el dato obtenido por un procedimiento válido, por los hechos objetivos, por el rigor metodológico. Hay una fe muy profunda en que si mantenemos a raya nuestra espontánea inventiva en materia de explicaciones o diagnóstico, que si nos sometemos a las coherencias de la información validada, podremos construir resultados robustos, que resistirán la prueba del tiempo. Los sansanos están sumamente marcados por esa obstinada disciplina alemana que desprecia al "chasquilla", al improvisador de apariencias o soluciones precarias, al que opera sin rigor ni método. También se refleja en una capacidad de conducir procesos basados en una visión o proyecto coherente y técnicamente bien sustentado, sin concesiones políticas arbitrarias.

- Espíritu de cuerpo con identidad propia. El edificio sansano y su imponente presencia totalizadora nos traspasa con una identidad profunda. No es un "valor" en sí mismo, pero todos los valores sansanos se concretan en ese edificio, símbolo mismo de solidez, rigor, estilo, y albergue majestuoso de nuestra humana pequeñez individual que se muta en poder colectivo.

- Mirada internacional o global. El sansano es un ciudadano sin fronteras, abierto a incursionar en cualquier parte del mundo, aunque de preferencia allí donde la tecnología florece con mayor poder. Los sansanos son menos sensibles a temáticas políticas, sociales o culturales, aunque igual existe un gran número de sansanos moviendo acciones en ese sentido.

- Sentido solidario social y de igualdad de oportunidades. Cada vez que se ha intentado reorientar a la institución hacia los mayores recursos de los sectores pudientes ha habido una cerrada oposición interna, que ve el testamento de Federico Santa María como un acta de constitución inmutable. Aunque la USM ya no es esa obra filantrópica gratuita de sus primeros tiempos, que cambió la expectativa de vida de tantos, se sigue creyendo míticamente que para ingresar lo importante es el talento, y que ya habrá forma de financiar a los que no pueden por sus propios medios. Sin embargo, este es un mito frágil.

La pregunta de fondo es si lo que acabamos de describir son valores o limitaciones, lo que obviamente depende del punto de vista, de la manera en que definimos nuestra contribución a la sociedad. Amor por las máquinas puede ser una manera de descuidar a las personas, máximo si se les dedica aperradamente las energías para lograr calidad. El rigor metodológico o la resistencia a la corrupción política puede degenerar en rigidez frente a gustos o necesidades humanas cambiantes. Y así sucesivamente. Necesitamos lanzar algunas pinceladas acerca del ecosistema material y espiritual al cual declaramos pertenencia, lo que sin duda va más allá de las enumeraciones que intentamos.


Otros temas del documento

Aquí cuesta entender el proceso de selección de "valores" de la encuesta que circula, y más aún si ellos obedecen a un sistema coherente. Las respuestas son improvisaciones llenas de duda.

Respeto:
En general, respeto es la aceptación de la legitimidad de otro en su ser distinto. No debe confundirse con el temor que inspira el poderoso, sea éste un miembro del cuerpo docente en su amplio sentido, o un par con mayores poderes. Sólo puede haber auténtico respeto en quien se siente digno y sujeto de derecho.

Excelencia Académica
: La interpreto como el funcionamiento óptimo de todo el sistema de creación (investigación) y recreación (docencia) de conocimiento, lo que se refleja en la obra publicada y realizada por la totalidad extendida de la institución que incluye a sus ex-alumnos.

Actitudes exigidas por el trabajo académico
: no comprendo bien el sentido del término "actitud" en este contexto. ¿Se refiere a la emoción, el filtro interpretativo de la percepción que gobierna el escuchar? Porque aquí se hace patente explorar las relaciones sociales en que se da el proceso de aprendizaje, al que se supone sirve el trabajo académico. ¿Nos referimos a las actitudes que pervaden actividades como la feria de software o la de creación de empresas? ¿los talleres de trabajo en arquitectura y diseño? ¿los laboratorios en electrónica? ¿O a las que se requieren para digerir la tradición científica presentada catequísticamente? Cada uno de esos contextos demanda actitudes características diferentes en buena medida.

Altos valores cultivados: Me ha parecido siempre una frase protocolar o ritual hueca por su ambigüedad pretenciosa, pedante. La detesto.

Sólida formación humana
: También me parece una frase poco rigurosa y algo pedante. El tipo de hombre que veneramos tiene unas tremendas fortalezas, a la vez que debilidades también profundas en la noción de lo que es humano. Tiene prácticas arraigadas, pero escasa capacidad de reflexión.

Excelencia (otra vez): Ya comentada.

Otros valores
Responsabilidad Social: Gestionar los impactos de nuestro quehacer.
Etica: El cuidado de lo que tenemos en común, tanto con el prójimo, como con la humanidad y el planeta como macroecosistema.
Sensibilidad y Apertura: la realidad es un constructo en permanente cambio, que más nos vale darnos cuenta (sensibilidad), asumirlo (apertura) y responder creativamente.

Otras actitudes

Ya tengo confusión con las anteriores mencionadas.

Aportes Complementarios

Antes de seguir en esta recolección de "valores", tendríamos que reflexionar sobre la interdependencia entre las relaciones sociales en nuestra organización humana, las conductas que son posibles bajo esas relaciones y los valores que pueden surgir de esas conductas practicadas recurrentemente. Pensemos en ejes verticales-horizontales, prestadores de servicios-clientes, sacerdotes-feligresía, rigor-imaginación, realidad_verdad-dominio consensual, etc.

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