domingo, 6 de agosto de 2006

Carta a los sansanos del 70 más menos 3, tras el encuentro de noviembre 2005

Es muy grato que ahora cincuentones nos encontremos para súbitamente reconectarnos a vínculos asociados a nuestros veinte años, porque reviven las preocupaciones y sentimientos a la par de aquellos amigos que les dieron vitalidad y sentido. Y nótese que muchos de nosotros no compartimos directamente en la conversación y el hacer juntos aquel tiempo, pero he aquí que me encuentro abrazando a rostros y personajes que transitando siempre “por la vereda del frente”, son parte inseparable de mi propia vida. Y el afecto brota espontáneo por todos ellos y ellas. Estuvieron allí para dar forma única e irrepetible a esa comunidad humana que todos compartimos más allá de nuestros vínculos personales específicos, el sello sansano de nuestra generación. ¿estás de acuerdo, Luis Torres, que comienzas esta serie de reflexiones? ¿Yerko o Misaeles? ¿Mónica, Patricia, Estela o Verónica? ¿Mario, Lucho, David, Etienne, Pedro, Fernando,…?

Sobre lo que le brota a Etienne: estoy diariamente en contacto con los sansanos veinteañeros de hoy, y este último tiempo estuve largamente involucrado en conflictos asociados a la definición de nuevos rumbos para la UTFSM, materia sobre la cual aún no hay una visión compartida. La parte que me preocupa es que mientras los profesores nos engarzamos en estas disputas, los jóvenes nos miran perplejos, o se toman la Universidad para decirnos silenciosamente que somos una vergüenza con nuestras instituciones reducidas a una mímica ridícula. A mi entender, en una situación comparable a los comienzos de los sesentas, cuando se iniciaba el fermento de la disconformidad con un proyecto social crecientemente ajeno. No han desarrollado aún el sentido de cuerpo en torno a un manifiesto de cambio estructurado y compartido. Pero ya está el malestar…o el hambre de una vida más plena.

Y los profesores envejecemos inexorablemente, en todo sentido… Sin duda que los tiempos han cambiado en relación al entorno del setenta. Ya no están ni la revolución, ni el hombre nuevo en la nueva comunidad, ni las luchas del pueblo, o el financiamiento estatal completo. Tampoco están las condiciones ambientales para las angustias, temores y sufrimientos que siguieron, salvo en la huella dolorosa de los que quedaron marcados para siempre. Sí está la Internet y toda su infraestructura de PC para hacer en horas mucho más de lo que hacíamos en días, ensanchando el mundo y acelerando el aprendizaje para bien y para mal, al límite de exigirnos capacidad de reinventar nuestra identidad misma cada vez con más frecuencia para permanecer vigentes.

Las doctrinas del cambio en la lucha han dado paso a formas más pacíficas. Las empresas comienzan a descubrir el valor de ser socialmente más responsables. La inteligencia emocional, el liderazgo, la creatividad, el emprendimiento y otros cuentos se suceden unos a otros como modas empresariales. También las miradas de Humberto Maturana, Francisco Varela, Rafael Echeverría o Edgar Morin reinterpretan profundamente lo que es ser humano, integrar una sociedad, vivir en el lenguaje, el valor de la locura o el emocionar que ocurre en el cuerpo sin que la conciencia se entere siquiera las más de las veces. Sí está la avalancha de información de prensa, TV cable, WEB, Mail, que prácticamente nos obliga a jóvenes y adultos a parecer indiferentes porque no es posible responder a tanto mensaje. Sí está la mirada de que la educación superior es una industria masiva donde los estudiantes son clientes consumidores a atender con eficiencia, que nada tienen que opinar acerca del sentido de las actividades que se les exigen como parte de las “mallas curriculares”, porque “no les compete”. En esta mirada, la reflexión no es parte del currículo, ni siquiera una actividad universitaria, es algo “personal”. O que la Universidad se hace más “eficiente” con profesores de jornada parcial y salas donde las sillas nunca se enfrían completamente entre programas diurnos, vespertinos y de fin de semana, en medio de una insoslayable algazara publicitaria y reparto de utilidades entre los organizadores, que contribuyen generosamente con sus impuestos a la institución que les alberga. O que la calidad académica pasa por una carrera de coleccionar publicaciones ISI, alumnos, acreditaciones y lugares en los ranking. Ah, perdón Margarulo, ¡¡y patentes!!!.

El protagonismo estudiantil se fomenta hoy hacia atreverse, a emprender empresarialmente, a vivir el riesgo. No importa si las ideas son de primera o segunda mano, lo importante es ver y aprovechar la oportunidad para que surjan nuevos Piñeras, Saiehs, Pentas u otros parecidos. Cómo se incuban los Nerudas, Zuritas o los Ower Villegas no es un tema de primer plano. ¿la demanda estimulará la oferta?. Y tantas otras cosas que como las anteriores no son ni falsas ni ciertas, no están necesariamente mal ni bien. Son en buena medida, signos del tiempo. Miradas y procesos a la espera de alcanzar coherencias que las hagan sustentables como manifiesto unificador e inspirador de los jóvenes actuales. Las universidades no se reponen aún de tantos cambios, no sabemos mucho de hacer aquello de lo que hablamos, y no hemos descubierto qué hacer para que los jóvenes de hoy se reúnan el 2040 y declaren que sus vidas valieron la pena, que la Universidad que vivieron fue una experiencia que marcó la envergadura de sus sueños, la destreza para construirlos y el compromiso para perseverar ante los reveses.

Y estoy convencido que en la sala de clases aprendí más que nada de lo segundo. El resto lo armamos todos juntos como generación, compartiendo ideas, prácticas y sentido de Universidad que no estaba en ningún currículo. Me tranquiliza algo saber que los profesores tuvieron influencia limitada en lo que nosotros llegamos a soñar. ¿Pero qué sueñan los jóvenes de hoy? ¿Y qué podemos compartir con ellos? Yo no he renunciado a soñar.

viernes, 21 de julio de 2006

Motivación para Introducción a la Ingeniería 2006

La asignatura se llama oficialmente "Introducción a la Ingeniería". Sin embargo, este nombre le está quedando chico. No se hace cargo de las otras opciones de estudio en nuestra Casa Central. Tampoco expresa la misión más importante: ser un vehículo de descubrimiento del rol, las posibilidades y la ética de un estudiante universitario.

En los últimos cuarenta años hemos vivido bajo diversos supuestos acerca del rol del estudiante en la vida universitaria. En los sesenta surge la idea de universidad democrática y comprometida con el cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria. Es una época de gran efervescencia y creatividad, pero signada por un camino de enfrentamiento violento por el poder. Luego viene la universidad “hospital”, donde a los estudiantes se les ve como pacientes siguiendo un tratamiento, sobre el cual nada tienen que opinar, tan sólo seguirlo, sin pensar ni hacer nada más.

El pensamiento neoliberal concibió la educación superior como un mercado de servicios educativos pagados, donde los estudiantes serían “clientes”. Es una prolongación sutil de la dualidad excluyente de la universidad-hospital: Las universidades diseñan y lanzan al mercado carreras, y los estudiantes son “libres” de elegir entre opciones, pero no de opinar sobre el contenido o sentido de cada una. La carrera es un camino que ya está trazado, sólo procede recorrerlo “a la carrera”.

Esta asignatura que comenzamos se inspira en una concepción de la Universidad donde en lo medular, no hay camino, se hace camino al andar. Los estudiantes son parte integral de la Universidad, son los miembros jóvenes de ella. Pertenecen a la institución, pero ella también les pertenece. Día a día la nutren participando en desarrollar su proyecto educativo, reflexivo y creativo, tanto recibiendo como aportando, a darle forma, a darle vida.

Proyecto educativo porque tiene un punto de partida en el conocimiento y las opciones doctrinales de los docentes, portadores de lo aceptado hasta ahora como comprensión y acción legítima en el mundo natural y social del que somos parte.

Proyecto reflexivo porque el saber es inseparable del juzgar sobre los efectos de su ejercicio. Lo sabido y verdadero hasta ahora debe ser revisado a la luz de su pertinencia para los nuevos tiempos. Juzgar siempre es un acto de responsabilidad personal e impacto social, que nos enfrenta a los dilemas que constituyen la ética.

Proyecto creativo porque vivimos un mundo en permanente ebullición, donde cada generación debe resolver cómo adaptarse a realidades que son siempre nuevas.

La vida universitaria no se agota entonces en cumplir pasivamente con las exigencias del currículo, ya que éste representa sólo un núcleo mínimo de aprendizaje explícito para poder certificarlo con grados y títulos. Por lo mismo, es mucho más que las actividades en salas de clases definidas en "la malla". La vemos como una etapa de la vida, donde es privilegio y tarea de los estudiantes forjar sus propios saberes, convicciones, límites y compromisos con los problemas de su tiempo.

Estudiando, conversando, participando. También reflexionando, cuestionando, debatiendo, proponiendo, los estudiantes van creando su propio camino. Al intentar realizar sus proyectos, los estudiantes pueden aprender de sus propios errores, y preparar su espíritu para los desafíos que vienen. De su vida universitaria esperamos que surja progresivamente sensibilidad y empatía al escuchar; sentido crítico y coraje para cuestionar; imaginación para crear, autonomía para actuar, responsabilidad social y espíritu de servicio para no perder jamás de vista el sentido de pertenencia a la comunidad humana en todos sus niveles.

Así, de generación en generación, los estudiantes van redefiniendo lo que es verdadero y valioso, conservando algunas ideas y desechando otras tantas. Sin embargo,
más que carrera prefabricada, la universidad es un lugar para producir nuevas ideas. Es por ello que les proponemos enfocarnos hacia la creatividad. Nuestra invitación es a descubrir que en todo momento de la vida, a todos sin excepción, se nos abren muchos caminos. Solamente necesitamos despejar las barreras que les hacen invisibles: la costumbre, el deber, la certidumbre, el temor al ridículo, los sentidos adormecidos, la desesperanza.

Finalmente, fieles a lo ya expresado, todo esto que hemos dicho es una propuesta que nosotros consideramos poderosa (o "verdadera") como expresión de la universidad que queremos preservar y promover, pero les cabe a ustedes, los estudiantes, decidir si la adoptan, desechan, cuestionan, modifican...

lunes, 17 de julio de 2006

Preguntas para los candidatos a gobernar la USM

  • ¿Cuáles son a su juicio los cinco temas más importantes de la agenda del Rector 2006-2010?
  • La ley define que las Universidades son entidades sin fines de lucro, pero hay numerosas entidades privadas que lo son en los hechos usando mecanismos de outsourcing de activos y servicios esenciales a empresas de los mismos propietarios. ¿Considera Ud. positivo que la UTFSM evolucione hacia un modelo similar? Fundamente su respuesta.
  • ¿Cree Ud. que haya que efectuar una reforma al estatuto? ¿En qué temas?
  • ¿Cuáles cree Ud. que son los factores clave para mantener y acrecentar la excelencia de la Universidad, evaluada según su ubicación en ranqueos internacionales?
  • ¿Cómo cree que deba evolucionar la matriz de financiamiento de la UTFSM con respecto a Enseñanza Técnica-Profesional, Pregrado, Continua, Postgrado e Investigación, Servicios, Asesoría, Negocios de Inversión, Franquicia, otros?
  • Diversos problemas de la sociedad exhiben características complejas, que requieren de un enfoque sistémico multidisciplinario: la energía, el medio ambiente, la vivienda, el transporte, el desarrollo urbano, los recursos hídricos, etc. El enfoque tecnocrático clásico, basado en evaluaciones técnico-económicas para la toma de decisiones, es incapaz de dar respuesta a las demandas sociales, políticas y culturales de desarrollo sustentable, como es el caso por ejemplo de la construcción de centrales hidroeléctricas en Aisén. La Universidad no cuenta con una organización ni con recursos humanos de una variedad adecuada para intervenir en estos debates, lo que constituye una debilidad que compromete su permanencia futura en los niveles superiores de la escala universitaria. ¿Cuál es su postura al respecto?
  • ¿Cuál es su visión acerca del desarrollo de la UTFSM: mejorar la integración con las Sedes en un sistema educacional continuo, o separar más las aguas, dejando a las sedes compitiendo en el campo técnico-profesional, mientras que la Casa Central lo hace en el sector "universitario"?
  • ¿Cuál es su visión acerca del desarrollo de la UTFSM: mantenerse primariamente en el mundo técnico, o extenderse a otras áreas? Si se extiende a otras áreas, ¿se hará a través de crear carreras de pregrado, a través de formar grupos de investigación/postgrado en centros de estudios, o algún otro modelo?
  • ¿Cree Ud. que deban mantenerse los técnicos universitarios, o que deban paulatinamente desaparecer para dar paso a un modelo de técnicos de nivel superior, luego ingenieros de ejecución, etc.?
  • Los programas especiales de la USM, que han sido los vehículos de inserción en el mercado de la educación continua y que generan importantes ingresos, han surgido como expresión de un modelo de gestión que no hace planificación estratégica institucional, sino que promueve la iniciativa individual de personas y grupos para desarrollar estos proyectos como oportunidades. Para ello, se les permite operar como virtuales empresas privadas al alero de la institución, disponiendo libremente de los recursos que generan tras tributar el 10% institucional, y sin estar sujetos a la presentación de informes financieros o de gestión. Hoy representan un área muy relevante de ingresos, presencia externa y generan remuneraciones adicionales para un sector importante del profesorado. ¿Cuál es su política al respecto: mantener tal cual, modificar, incentivar, integrar otras áreas, etc.?
  • ¿Considera Ud. que el conflicto generado en 2005, que significó sanciones a algunas autoridades pasadas, está cerrado, o cree que quedan aún instancias por resolver o temas por discutir?
  • ¿Qué significa para Ud. la noción de "Comunidad Universitaria"? ¿Tiene algún sentido de fondo? ¿algún sentido práctico?, ¿o es esencialmente una figura retórica tradicional, así como "Claustro", “Cátedra” o "Campus"? (este último puede ser en la práctica una simple casa en arriendo)
  • ¿Qué importancia y significado práctico le atribuye Ud. a la idea de que la Universidad es una institución vertical y jerarquizada?
  • ¿Qué enfoque le parece más apropiado para la relación con los estudiantes: clientes de servicios o miembros de la institución?
  • ¿Cree Ud. que las definiciones anteriores afecten las metodologías docentes de la institución?
  • ¿Qué espacios ve de participación de funcionarios y estudiantes en la planificación estratégica de la institución?
  • ¿Qué esquema operacional propone para el desarrollo de un plan estratégico?
  • ¿Cree que deba replantearse el rol de la D.Gral. de Planificación? En caso afirmativo, ¿por qué?¿de qué manera?
  • ¿Considera Ud. que aparte de las becas de postgrado deba invertirse en la capacitación de profesores para desarrollar sus tareas como miembros de la institución en cosas tales como comunicación, reuniones efectivas, preparación de proyectos, actitud de servicio, trabajo en equipo, etc.? ¿Deben recibir esta capacitación los funcionarios también?
  • ¿Qué cambios visualiza en docencia? ¿Cuál va a ser su política en materia de innovación docente? ¿Cree que sea urgente innovar en este campo o hay otras cosas más prioritarias?
  • ¿Considera Ud. prioritario promover durante su gestión un proceso de discusión interna sobre el modelo educativo de la institución? Tenga en cuenta que implica adoptar acuerdos sobre la teoría de cómo ocurre el proceso formativo, las definiciones básicas de objetivos, los roles de los actores, los métodos a utilizar, los contenidos explícitos, la gestión del currículo oculto, la infraestructura requerida y los métodos de evaluación y certificación. Es aún más que el “perfil del ingeniero”. ¿Le parece que deban participar en este proceso los estudiantes?
  • ¿Le parece adecuado que el Reglamento General Nº1 contemple dedicaciones estudiantiles de media jornada, que den facilidades a aquéllos que necesitan trabajar o cuidar hijos durante su proceso formativo?
  • ¿Cree que sea beneficioso para la Universidad invertir en o franquiciar residencias universitarias para estudiantes de otras regiones?
  • ¿Cree Ud. adecuado desarrollar políticas de integración docente con otras universidades de la región que compensen la unidimensionalidad cultural de la USM?
  • ¿Cuál sería su visión del rol y su política de desarrollo del Departamento de Estudios Humanísticos?
  • ¿Es partidario de acortar y estandarizar carreras en un sistema nacional e internacional integrado de intercambio como el Tuning?
  • ¿Considera Ud. necesario que los profesores deban recibir un entrenamiento certificado obligatorio en métodos docentes congruentes con el modelo educativo de la institución?
  • ¿Cree que las evaluaciones docentes deban ser públicas? ¿Cree que los estudiantes deberían ser parte del organismo evaluador?
  • ¿Cómo cree Ud. que puede fortalecerse el sentido ético (o de responsabilidad social) en la formación de los estudiantes? ¿Cree Ud. que el sentido ético se vea favorecido por estructuras de gobierno y convivencia más participativas en la Universidad?
  • ¿Cuál va a ser su política de renovación y conformación del cuerpo académico? ¿Con qué política se distribuirán los recursos entre jornadas completas y parciales? ¿Cuál va a ser el criterio para contratar en jornada completa: grado académico, potencial como investigador, horario completo en docencia, etc.?
  • ¿Se mantendrá la jornada parcial como una prestación de servicio sin compromiso con la institución, o se buscará vinculaciones más permanentes?
  • ¿Cree Ud. adecuado elevar la exigencia de evaluación académica periódica a los profesores auxiliares o adjuntos?
  • ¿Considera Ud. adecuado que puedan producirse descensos en la jerarquía académica?
  • ¿Cree conveniente mantener o suprimir la distinción entre académicos y docentes?
  • ¿Cree que deba haber una jerarquía especial para los investigadores activos?
  • Habrá algún cambio en el criterio para reasignar jornadas completas que permita a los departamentos con menos estudiantes tener una política realizable que exhibir en la próxima acreditación?
  • ¿Considera justificada o beneficiosa para la institución la discriminación en beneficios remuneracionales y no remuneracionales que existe entre profesores y funcionarios de planta y a contrata?
  • ¿Qué cambios introduciría al premio por desempeño, en caso de requerirlos?
  • ¿Cree necesario promover una modificación de los contratos de académicos que haga obligatorio su término a una edad determinada, sin que sea necesario recurrir al despido forzoso u otras formas de quiebre?
  • ¿Qué estrategias visualiza para ampliar la actividad de investigación en la Universidad?
  • ¿Cree Ud. que haya que dar tratamiento diferenciado de incentivos y premios a la investigación de carácter científico convencional con respecto a aquélla que se dirige a generar innovaciones en el mundo industrial, empresarial o social?
  • ¿Cree Ud. que sea conveniente que exista financiamiento específico para apoyar proyectos en áreas temáticas prioritarias definidas como parte del plan estratégico, o debe ser esto regulado por la iniciativa individual de los investigadores?
  • ¿Cree adecuado establecer un programa de postgrado transversal, no asociado a una disciplina en particular, sino orientado a abordar problemas complejos multidisciplinarios? ¿Cómo cree que podría liderarse?
  • ¿Qué políticas considera adecuadas para aumentar la vinculación con los ámbitos gubernamentales, empresariales o sociales en general?
  • ¿Cree beneficioso que la Universidad se integre verticalmente hacia abajo con diversos colegios en una red de enseñanza de las ciencias ?
  • ¿Cree Ud. necesario aumentar la presencia y vinculación de la USM con la ciudad de Valparaíso, o Viña del Mar, o Concepción? ¿En qué ámbitos o canales podría actuarse?
  • La responsabilidad social universitaria (RSU) es un marco de gestión que incorpora los impactos educacionales, intelectuales, laborales, vecinales y ambientales que la institución ejerce sobre su medio en la toma de decisiones. ¿Cree que estos criterios podrían ser fuente de ventaja competitiva? ¿Visualiza Ud. formas concretas en que este criterio genérico podría aplicarse a la gestión? ¿Estaría dispuesto a evaluar periódicamente su gestión en este sentido a través de una encuesta respondida por los miembros de la comunidad interna, vecinos, exalumnos y una muestra del mundo social y empresarial?

UNA AGENDA PARA EL NUEVO RECTOR DE LA UTFSM



A) Reorganizar la Universidad en torno a la idea de comunidad. Esto significa declararla un proyecto de formación y generación de ideas con fines de servicio a la comunidad nacional e internacional, integrado por miembros comprometidos en su sostén y desarrollo según una misión que revisan y readecúan con frecuencia y destreza. Es poner las personas al centro de la gestión, para aspirar al máximo de su potencial creativo y realizador. Es invertir en las capacidades de las personas como prioridad. No caben "dueños" ni "amados líderes" ni "hombres fuertes" que gobiernan autoritariamente eternizando el temor, desamparo o incapacidad de los gobernados. Son miembros todos los "estamentos" necesarios para sostenerla, sin perjuicio de roles diferenciados según sus competencias. Significa que los procesos de diseño de futuro se construyen con el concurso de todos los miembros, organizados en torno a procedimientos coherentes y eficaces de trabajo para lo cual se entrenan. También significa que no cabe el fin de enriquecimiento personal abierto o encubierto, aprovechando la fe pública en el nombre de la institución. Que no cabe el establecer programas de enseñanza poniendo primero el estudio de rentabilidad y dejando fuera el análisis del impacto social que significan. No significa gobierno de asambleas, sino autoridades que responden a mandatos. Recordemos a nuestro aprendiz de dictador elegido para aquilatar lo que digo. Significa poner la ética del cuidado del patrimonio común al centro del imaginario colectivo.

B) Preparar la organización para formas participativas de acción. No se puede ser comunidad si los miembros de ella no saben cómo conducirse para que funcione. Hay que invertir muchos recursos en entrenar a todos los miembros de la comunidad en comunicar, escuchar, trabajo en equipo, reuniones eficaces, toma democrática de decisiones, espíritu de servicio, creatividad, creación y realización de proyectos, procesos de planificación estratégica, etc. Que cada cual sepa qué hacer y cómo hacerlo con otros.

C) Desarrollar procedimientos para la participación en la fijación de rumbo. La disposición necesita articularse en procesos con algo de ritual, en los que se pueda morar, como foco de la fe colectiva y vehículo de adhesión. Me imagino algo así como construir la cuenta anual de gestión en un balance que agrega los resultados de cada unidad o proyecto ¿Cómo nos fue? ¿Cumplimos las metas? ¿Pasaron cosas nuevas? Una unidad de estudios debe aportar análisis estratégico interno y externo, para dar paso a un proceso de fijación de nuevas metas para el año, trienio, quinquenio o decenio, según la escala de tiempo del proceso involucrado.

D) Rediseñar la práctica docente hacia formas más participativas, centradas en el estudiante y su creatividad. Las formas maquinales tayloristas de gobierno también se reproducen en la enseñanza. Desde docente arriba a alumno abajo, la clase magistral consagra el no escuchar, la idea de realidad objetiva inmutable que sólo cabe aceptar, el miedo al fracaso como emoción motriz. Se presentan contenidos en fragmentos que los estudiantes rara vez alcanzan a aprehender como partes de un todo, sólo destrezas intelectuales rituales que deben ser capaces de reproducir en la evaluación, y que luego olvidan por su nulo impacto emocional. No hay espacio para la creatividad ni para la ética en esta enseñanza. Así no se forman emprendedores flexibles, sensibles a una realidad caótica ni individuos éticamente autorregulados con sentido de servicio. Taller, Project-based learning, Problem-based learning, reflexión-acción son emblemas de lo que debemos incorporar. Esto no es independiente de ser comunidad, al revés, es el ethos que hace posible el trabajo cooperativo base de dichas metodologías.

E) Revisar la organización y cobertura del conocimiento que constituirá el patrimonio futuro de la institución. No es posible cultivar PBL o Talleres reflexivos en el seno de una estructura de unos pocos saberes desconectados y unidisciplinarios. Tampoco responder adecuadamente a las demandas sociales, específicamente las del mundo empresarial, gubernamental o las de los estudiantes en busca de una formación que los habilite para el liderazgo social. Necesitamos el concurso de otras disciplinas del mundo de las ciencias exactas, sociales o del pensamiento para aumentar nuestros sensores de realidad. No es posible que veamos las centrales hidroeléctricas sólo como máquinas de generar energía, con prescindencia de sus efectos ambientales, vecinales, socioeconómicos, etc. No basta la evaluación técnico-económica para decidir sobre Pascua Lama o las centrales nucleares en el futuro. El otro punto es que debemos reorganizar la institución para dar cabida a la complejidad de los problemas que acabo de citar a modo de ejemplo. Supone organizar centros interdisciplinarios de investigación y postgrado. Eso me sugiere una estructuración formal del tiempo de dedicación de los académicos en una fracción integrando unidades para la docencia disciplinaria profesional, otra para participar en I&D de problemas interdisciplinarios, y una más pequeña para cultivo de la calidad de vida institucional a través de clubes o círculos de orden deportivo, cultural o de acción social. Para crear postgrado transdisciplinario se necesita esta reorganización y recomposición de los saberes. La política de renovación del cuerpo académico creo que va íntimamente ligada a esta reorganización del patrimonio intelectual.

F) Construir un continuo formativo en conjunto con las Sedes. Independientemente de las dificultades técnicas, reglamentarias y culturales que esto pueda conllevar, creo que debemos transitar hacia un sistema unificado de formación con las Sedes, en un formato actualizado, y que refuerce la base de know-how de nuestra formación. Aparte de las razones testamentarias, es un tema de realismo frente a la demanda. Esto pasa por integrar nuevas áreas de conocimiento técnico acordes con la realidad económica y productiva del país. Temas como gastronomía, hotelería, turismo, redes, telefonía, comercio, administración, diseño, educación física, envases, control ambiental, etc. El formar para la pequeña empresa es todo un tema aquí. También pasa por revisar nuestra experiencia de programas especiales de formación continua, de modo de aplicar el modelo a otros campos. Y por supuesto, en el pregrado hay mucho que innovar en programas de formación más flexibles en sus contenidos, aparte de lo metodológico.

G) Abrir las compuertas y acoger las preocupaciones sociales en nuestro seno. Para fijar nuevos rumbos es necesario escuchar a aquéllos a los que se desea servir. A través de congresos, coloquios, foros, eventos, seminarios, etc. debemos lograr que el mundo empresarial, industrial, gubernamental, social o del pensamiento haga de nuestra comunidad un canal para expresar y elaborar sus inquietudes, dándonos oportunidad de influir y de avizorar necesidades apenas esbozadas, "abrir nuevos mundos" como dice Fernando Flores, para ir adelante. Es nuestra tarea salir del silencio, tejer las redes, servir de hogar al pensamiento y darle oportunidad de recrearse en una formación alimentada por este contacto permanente.

H) Estándares internos del desempeño y la remuneración de los académicos
Quizás el último tema crucial sean los estándares internos que regulen la vinculación con los miembros académicos: Nada de lo anterior es posible si no hay estándares de desempeño, sistemas de información y recompensas pecuniarias e intangibles que constituyan un todo armónico e inexorablemente justo. Evaluación académica más frecuente y universal, ascenso y descenso, remuneraciones asociadas a desempeño individual y colectivo coherentes en toda la institución, coherencia y transparencia en los métodos de evaluación y en los resultados agregados, oportunidad de incorporación de jornadas parciales a la evaluación académica, caminos honrosos pero inexorables de salida, etc.

I) Estatuto
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viernes, 2 de junio de 2006

¡Paren esta educación para bajarme!

o algo parecido decía Mafalda hace algunos años. Me reconforta saber que hay chicos que combinan lucidez con valor para emprenderlas contra un sistema del que no creen su propuesta básica: que tendremos mejor educación si la pensamos como un negocio empresarial. Esto partió de aplicar el principio neoliberal de aprovechar el dinamismo creativo empresarial para renovar un sistema de funcionarios instalados en sus puestos. El tiempo muestra que los valores y prácticas de los empresarios reales no necesariamente conducen a una mejor experiencia educativa, que se reemplazan algunos vicios por otros nuevos, que las mejoras buscadas no llegan. Los chicos no quieren ser clientes de escuelas ajenas, quieren ser protagonistas de su propio desarrollo, en SU colegio. No quieren ser objeto de un proceso científico de traspaso de información. No quieren consumir experiencias rígidas prefabricadas y optimizadas para maximizar las ganancias de nadie. No quieren ser productos de una máquina educativa como ésta y pagar más encima por ello (no digo que la educación deba ser gratuita, sólo que hay que pagar por una educación que funcione y tenga sentido).
El motor y centro del sistema tiene que ser aprendizajes de cómo ser miembro pleno de una comunidad que vive un desarrollo sustentable y creativo, y de qué significa esto en la práctica.
Los cambios también tienen que llegar a la sala de clases. El auditorio para anotar sentado es un espacio físico que consagra relaciones autoritarias, de desigualdad y resultados obtenidos por temor y coerción antes que por compromiso. Varios de nuestros estudiantes se han referido a la monotonía de este aprendizaje despojado de un sentido para ellos.
En un taller de reflexión-acción que hemos recorrido buscamos abrir nuevas posibilidades para todos, que mejoren la experiencia presente y futura de aprendizaje, mostrando otras formas posibles de explorar.
Los talleres de aprender haciendo son más efectivos, aunque los partícipes no siempre puedan hablar inmediatamente con fluidez de lo que han aprendido. Para eso está la reflexión. No sólo hay que saber cómo hacer cosas. También tienen que tener un sentido, que sólo puede ser asignado por cada uno a través de la reflexión. Es pensar en lo que hago por mí y no sólo responder a exigencias. Cuando ya se logra hablar de lo aprendido, es profundo y permanente.
Es vital aprender a ser parte de un clima de "nosotros", de comunidad de personas, para nunca perder de vista que el saber genera poderes y responsabilidad por los impactos del uso de tales poderes. Por eso el desbloqueo de las trancas internas por timidez o miedo, el desbloqueo de hacer lo que hace la mayoría, el desbloqueo de tratar de hacerlo perfecto, el desbloqueo de adherir a estereotipos conceptuales rígidos, la capacidad de explorar sin objetivo definido, la capacidad de transgredir si se percibe necesario.
Por eso también descubrir el nosotros en la conversación, el contacto corporal, la acción en conjunto.
Por eso el prestar atención a las propias sensaciones, a los sentidos. Por eso
mostrar que la realidad que vivimos no es objetiva, que depende de los sentidos que usamos, de las emociones cuando percibimos o de las ideas con que entendemos. Podremos escuchar mejor ideas nuevas si no nos atamos a la rigidez de pensar que la realidad es una sola, y el que no ve lo que yo veo está equivocado o es mentiroso. La realidad siempre depende de cómo nos sentimos en el grupo en que participamos.
Me inquietó el mensaje de la presidente a propósito de las medidas en respuesta a las demandas del paro estudiantil. El pase escolar es importante, las raciones de colación también, las becas PSU, las inversiones en infraestructura también, pero me parece "cosista" ver el problema sólo desde ese prisma. Creo que NADA es más importante que las conversaciones y las relaciones sociales donde se realiza el aprendizaje, y de eso se habló poco o nada.
Es importante cambiar la LOCE, pero cómo ocurren nuestras experiencias formativas es el principal tema a debatir para mí.