viernes, 25 de junio de 2010

A propósito de pastores y rebaños

Tiempo atrás leí una noticia en La Nación (click aquí), que describe el punto de vista de un sector de la Iglesia acerca de la homosexualidad, calificándola como desviación y/o enfermedad, susceptible de ser tratada con bizarras terapias. Me sorprendió lo burdo de la propuesta, aunque la descripción no es de primera mano.

Allí se mencionaba la participación del actual Obispo Auxiliar de Santiago (F. Chomalí), en cursos sobre la materia con un grupo de estos especialistas. Buscando, encontré un documento de dicho obispo y colaboradores sobre la homosexualidad (ver aquí) .

Interesante escrito, con el sesgo acechando en las bases mismas de la mente de los autores, visible en detalles como las preguntas generales que se formulan, el origen de las citas bibliográficas (mayoritariamente USA e Italia), o la cita de investigaciones, que decrece desde los argumentos biológicos a los psicológicos y los sociológicos, abriendo paso al "yo creo" o "la Iglesia sabe" que al final eclosiona sin obstáculos. De lo dicho hay, sin embargo, varias consideraciones que me resultan atinadas, y que en general dicen relación con dar a la vida homosexual por defecto un carácter paralelo a la vida familiar de hombres y mujeres. No me compro el discurso de "tercer sexo", orientación sexual "libremente escogida", familias homosexuales realizando crianza y otras yerbas que circulan.

Pero la tesis católica de que vida sexual y procreación van unidas es precisamente lo contrario de lo que pretende: pone a los seres humanos en línea con los animales, ignorando lo específicamente humano, que es en este ámbito, la extensión de la sexualidad más allá de la procreación.

A modo de apreciación, de razones en razones, finalidades y deberes ser, en el trasfondo surge la incómoda relación de la Iglesia Católica con el placer, con Dionisos, con la vitalidad libre de amarras, con la falta de finalidad, con la exploración y el descubrimiento.

Me recuerda una frase de Saint-Exúpery en "Ciudadela": El arte del razonamiento que permite al hombre equivocarse...

Me sorprendió también que el Secretario de Estado Vaticano Bertone planteara la relación frecuente entre pedofilia y homosexualidad. ¿A propósito de qué? ¿Es prerrequisito para la pedofilia la homosexualidad? ¿Hay base para tal afirmación? ¿Qué implica? ¿Abrir un debate estéril para distraer la atención? ¿Y si así fuera, qué?

Lo que me llama aún más la atención es la ligereza con que casos que involucran a sacerdotes y poderosos de la Iglesia, se describen como actos individuales, como "afectividades descontroladas", como faltas de niño y no como los delitos que son. Tampoco se investiga el encubrimiento, la complicidad de terceros, y otras forma de asistencia que requieren para consumar sus acciones.

Creo que la pedofilia no es algo individual, sino más bien es parte de un sistema. La pedofilia brota más fácil en el campo del celibato, el poder sobre otros y la garantía implícita de impunidad desde la jerarquía, que se resiste a asumir responsabilidades sociales, utilizando prácticas sectarias y un derecho propio que pretende en los hechos por encima del civil. En Chile hemos sabido de acciones delictuales de congregaciones obstruyendo la justicia una y otra vez para amparar a sus miembros menos respetuosos de la dignidad de su función.

Los que usan el lenguaje de pastores y rebaños de ovejas, no debieran olvidar que los pobres pastores solitarios solían calmar su humana vitalidad con algunas de sus ovejas, y allí donde esa actividad aún perdura, lo seguirán haciendo. El pastor tiene el dominio, se sirve de... en vez de servir a...

La que tiene que reflexionar es la organización completa que facilita y ampara estas conductas, en particular revisar su creencia de estar "por encima" de este mundo, el que pretende de ovejas obedientes que requerirían de "pastores" para saber qué hacer con sus vidas. La tentación de dominio sobre los que se juzga más débiles siempre ronda por aquí y allá.

Como siempre, el gran Fernando Montes S.J. es la voz cuerda en todo esto, según le escuché en unas breves declaraciones a CHV más o menos así : - Nos están pasando la cuenta por pretender saber demasiado sobre sexualidad, reproducción, píldora del día después, etc., e imponérselo al mundo, mientras que en nuestra propia casa las debilidades humanas están dolorosamente presentes. Debemos ser humildes.